15/8/07

De la filosofia

Estaba furioso ¿cómo podía ser que pensara así? Sus preguntas eran absurdas y sus comentarios ilógicos, pero no eran nada comparadas con sus respuestas, esas eran absurdas, ilógicas y además de todo, estúpidas.

Sesión tras sesión, me escabullía hasta mi asiento, y me hundía en el, siempre preparado para escuchar palabras inútiles y frases inservibles. Una vez listo para la función, el llegaba caminando lentamente, siempre con su pequeño maletín negro y su porte deliberadamente descuidado. Su voz contrastaba con sus palabras, su timbre no merecía aquel balbuceo incontenible que salía de su boca.

“Solo se que no se nada” atacaba en griego “Pienso luego existo” remataba en francés, una tras otra y en diferentes idiomas “El hombre esta condenado a ser libre” “Yo soy yo y mi circunstancia” tanta palabrería me tenia harto. Me hervía la sangre y en caso de que preguntara algo, la respuesta era desconcertante.

El terminaba y mi mente se confundía con tantas ideas inservibles, que la muerte nos hace vivir, que el bien y el mal no existen, que yo no existo, que no puedo saber la verdad ¡válgame! ¿Y para que? ¿Cuál era el sentido de tanta tontería?

Ese día ya no pude resistirlo. Mientras hablaba sobre un tal Nietzsche me levante de mi asiento y golpee la mesa:

Profesor, es suficiente, deje tanta palabrería sublime y dígame ¿para que démonos nos sirve esta tontería llamada filosofía?

El maestro clavo sus ojos sobre mi, sonrió, dejo su pluma en el escritorio y se dirigió al interruptor de la luz, en un movimiento suave apago las lámparas y nos dejo unos segundos en la silenciosa penumbra, sin aviso alguno, volvió a encender las luces y brillantemente replico:

¿De que nos sirve la luz en la oscuridad?

6 comentarios:

Editorial Círculo Hermenéutico dijo...

¡No tengo más que aplausos que ahora resuenan en este ambiente que me invade!!!

José Luis

pabulin pabulera dijo...

jajajaja, buenisimo....

Anónimo dijo...

Muy interesante lección, inteligente tu relato.

Anónimo dijo...

Muy interesante lección, inteligente tu relato.

Anónimo dijo...

Muy interesante lección, inteligente tu relato.

Anónimo dijo...

Muy interesante lección, inteligente tu relato.